El epitafio de doña Jimena
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JIMENA MUÑIZ (ca. 1060 - 1128) fue una aristócata berciana, amante del rey Alfonso VI (1065-1109), con el que tuvo dos hijas, las infantas Elvira y Teresa, ésta ultima madre de Alfonso Enríquez, primer rey de Portugal. Nacida aproximadamente hacia el año 1060 en el seno de una familia de la aristocracia berciana (vinculada con otros linajes de origen asturiano, castellano y leonés), sus padres fueron Munio Muñiz y Velasquita. Era descendiente por vía ilegítima o bastarda del rey Vermudo II de León. Fue amante del rey Alfonso VI al menos durante los años 1078-1080, entre los matrimonios de Inés, su primera mujer, fallecida en 1078 y Constanza, su segunda esposa, con quien aparece casado en mayo del 1080. De sus relaciones con el monarca nacieron dos hijas: Elvira, probablemente la mayor, que se casó con Raimundo de Tolosa, de quien tuvo a Alfonso Jordán, y Teresa, que contrae matrimonio con Enrique de Borgoña, de cuya unión nacerá Alfonso Enriquez, primer rey de Portugal (1135-1185). Aunque fue un personaje muy importante en su época, no sólo por la relación con el monarca, sino también como abuela del primer rey portugués, las fuentes trataron de silenciarla, cuando no criticarla, como se diría en el lenguaje actual. Las crónicas medievales desde el siglo XII ( Chronicon Regum Legionensium de Pelayo de Oviedo, la Chronica Adefonsi Imperatorsis, la Crónica Najerense, etc.) señalan su condición de concubina del rey Alfonso VI, su noble estirpe y su condición de madre de las infantas Elvira y Teresa. Las fuentes documentales ocultan su relación con el rey, si bien ofrecen información sobre sus propiedades y su papel como tenente de una circunscripción administrativa, la de Ulver, en el Bierzo. Su patrimonio se hallaba básicamente en territorio berciano (Salas, Corullón…) aunque también se extendía por tierras asturianas, gallegas (zona de Valdeorras) y leonesas (Trobajo del Cerecedo, Torres junto al Órbigo, etc.) Es de destacar también su participación en el poder, ya que desempeñó la tenencia de Ulver entre los años 1093 y 1108. Su centro era el castillo del mismo nombre, situado no muy lejos de Ponferrada, conocido después como castillo de Cornatel. La tenencia había sido ocupada anteriormente por su padre, Munio Muñiz, pero ésta es la primera vez que figura a su frente una mujer. Sobre su muerte ha llegado hasta nosotros el epitafio, escrito en dísticos elegiacos, que dice que murió en 1128, es decir, 19 años más tarde que el monarca Alfonso VI. La inscripción se encuentra hoy en el Museo de San Marcos de León, aunque originariamente se hallaba en el monasterio de San Andrés de Espinareda, en el que probablemente fue enterrada, según dice la lápida. El texto dice de ella que fue amiga del rey cuando quedó viudo y tras ensalzar sus cualidades de belleza, buena educación, y pertenencia a la aristocracia, es decir, todo lo necesario para llegar a ser reina, sin embargo el fatal destino se lo impidió, añadiendo el dato de su muerte en 1128. Mercedes Durany Castrillo |
Quam Deus a pena defendat, dicta Semena Alphonsi vidui regis amica fui; Copia, forma, genus, dos forum, cultus amenus, Me regnatoris prostituere thoris, Me simul et regem mortis persolvere legem. Fata coegerunt, que fera queque terunt Terdenis demptis super hec de mille ducentis, Quator eripies, que fuit era, scies. |
Yo, llamada Jimena, a quien Dios libre de la condenación, fui amiga del rey Alfonso cuando quedó viudo. Mi riqueza, mi belleza, mi linaje, mis buenas costumbres y mi buen trato me llevaron hasta el tálamo del rey. Los hados, que implacables todo lo destruyen, me obligaron a pagar tributo a la muerte al mismo tiempo que al rey. Resta treinta años y luego cuatro y sabrás cuál fue la era.
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