ADESTE FIDELES!

Nos guste o no, todos los años en su ciclo imparable llega la Navidad con todos sus condicionantes: falsa religión, necesidades creadas, comercio interesado, frías felicitaciones, felicidad por obligación, villancicos en el ambiente. Casi todo falso, pero ahí está, como la gripe que hay que esquivar cada invierno con vacunas y vitamina c; unas veces lo logramos y otras nos. Si yo fuera poeta compondría un "abeste fideles", pero como no lo soy me limito a hacer un esfuerzo de abstracción. Tengo la certeza de que muchas personas encuentran en ella motivos auténticos de felicidad y renovación. Para los que tengan curiosidad por saber qué cantan, unas notas tomadas de la Red, el texto y su traducción.

El villancico es una composición breve. Su métrica es imprevista porque se adapta casi siempre a la música ya que su destino es ser cantado por lo que normalmente tendrá un estribillo más o menos pegadizo. En lengua castellana hay muchos y variados villancicos de tipo culto -no digamos los festivos, jocosos y vulgares- desde Juan del Encina y Lope de Vega. También los hay en latín y entre ellos se encuentra el conocido "Adeste, fideles!". Es ésta una de las canciones navideñas más conocidas internacionalmente aunque su origen no es excesivamente antiguo, lo que nos da idea de la pervivencia del latín como vehículo de la cultura. Fue compuesta hacia 1742 por John Francis Wade (1711 - 1786), un inglés empleado en el Centro Católico de Douay, en Francia. Compuso también éste la música. Posteriormente, un siglo después, la letra fue traducida al inglés por Frederick Oakeley dando así lugar al famoso Christmas Carol inglés "O come, all ye faithful". Aunque en algunas ocasiones ha tenido otras atribuciones, la rigurosa investigación del monje benedictino Dom John Stephen dictaminó que el autor sin duda alguna de esta composición es el mencionado Wade. (Ver STHEPHEN, JHON.: The Adeste Fideles: a study on its origin and development. Devon, Buchfast Abbey Publications, 1947, 32 pp.


Adeste, fideles,laeti, triumphantes,
Venite, Venite in Bethlehem:
Natum videte Regem Angelorum:

Venite, adoremus,
Venite, adoremus,
Venite, adoremus Dominum.

En grege relicto, humiles ad cunas,
Vocati pastores approperant.
Et nos ovanti gradu festinemus.

Venite, adoremus,
venite, adoremus,
Venite, adoremus Dominum.

Aeterni Parentis splendorem aeternum,
Velatum sub carne videbimus
Deum Infantem, pannis involutum.

Venite, adoremus,
Venite, adoremus,
Venite, adoremus Dominum.

Pro nobis egenum et foeno cubantem,
Piis foveamus amplexibus:
Sic nos amantem quis non redamaret?

Venite, adoremus,
Venite, adoremus
Venite, adoremus Dominum.

Stella duce, Magi Christum adorantes
Aurum, thus et mirram dant munera.
Iesu infanti Corda praebeamus.

Venite adoremus.
Venite adoremus,
Venite adoremus Dominum.


Acudid, fieles, alegres, triunfantes
venid, venid a Belén:
ved al nacido Rey de los ángeles.

Venid, adoremos,
venid, adoremos,
venid, adoremos al Señor.

Dejado el rebaño, los pastores llamados se acercan humildes a la cuna. Apresuremosnos tambien nosotros con paso alegre.

Venid, adoremos,
venid, adoremos,
venid, adoremos al Señor.

Veremos oculto bajo la carne el esplendor eterno del eterno Padre. Veremos oculto bajo la carne al Dios Niño envuelto en pañales.

Venid, adoremos,
venid, adoremos,
venid, adoremos al Señor.

Por nosotros pobre y acostado en la paja
démosle calor con nuestros cariñosos abrazos.
¿Quien no amaría a quien así nos ama?

Venid, adoremos,
venid, adoremos,
venid, adoremos al Señor.

Guiados por la estrella unos magos al adorar a Cristo entregan sus regalos: oro, incienso y mirra. Ofrezcamos nuestros corazones a Jesús niño.

Venid, adoremos,
venid, adoremos,
venid, adoremos al Señor.

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