TRES POEMAS DE MARTÍN DE DUMIO |
Originario de Panonia1, como su homónimo Martín de Tours, llega a la Hispania sueva hacia el añó 5502. Antes había estado en Palestina donde llevado por su celo se hizo monje. La última parte de su vida la pasó en el reino de los suevos luchando por convertirlos del arrianismo al catolicismo. Fundó un monasterio en Dumio, posible residencia de los reyes suevos, del que fue abad durante varios años. Algunos años años después fue consagrado obispo de Dumio. Más tarde, antes del 572, accedió al arzobispado de Braga. En esta ciudad desempeñó su apostolado hasta su muerte en 5793. Como ya hemos adelantado, consagró su vida a obtener la conversión de los suevos al catolicismo, para lo que recibió la ayuda de los reyes suevos. Mereció de parte de Venancio Fortunato el apelativo de Apostol de Galicia4. Sus escritos, nacidos de su carácter misionero, tienen casi siempre un carácter pedagógico-evangelizador. A pesar de la modestia de su obra, ejerció una gran influencia sobre la vida intelectual en la Edad Media. Su obra más conocida, el De correctione rusticorum, escrita a instancia de Polemio, obispo de Astorga, presenta con un lenguaje sencillo, despojado de florituras y fuertemente marcado por la Biblia, un resumen de la historia de la salvación y un compendio de las doctrinas y prescripciones de la religión cristiana, combatiendo a la vez las creencias y supersticiones de los paganos5. Mencionaremos simplemente el resto de sus obras5: De ira, dedicada al obispo de Ourense, Witimiro, Formula uitae honestae, De trina mersione, De Pascha, Carmina.6 Ésta última consta de tres poemas: uno en honor de san Martín de Tours, que estaba colocado en la iglesia, un segundo para el refectorio y el tercero era su propio epitafio. El primero de éstos consta de 22 exámetros dactílicos. Lo menciona Gregorio de Tours: Compuso unos versos que están escritos sobre la puerta sur de la iglesia de san Martín7. Este poema por tanto fue compuesto para la dedicación de la iglesia de san Martín de Tours en Braga o en Dumio8. El segundo poema se trata de una composición breve, en dísticos elegiacos (un exámetro más un pentámetro dactiílicos) destinada a ser expuesta en el refectorio del monasterio. En ella se hace mención a la sencillez del mobiliario y de los alimentos. El tercero, de nuevo en una serie de versos hexámetros, concretamente seis, redacta su propio epitafio insistiendo en su origen panonio y en su devoción a Martín de Tours. Notas: 1.- Uno de los pocos datos biográficos concretos que tenemos sobre Martín de Dumio es su origen panonio. A pesar de lo cual éste origen se ha puesto ultimamente en duda. Tenemos tres textos que en principio no deberían dar lugar a dudas: Venancio Fortunato en Carmina V, 2 dice textualmente: "De Panonia vino, según dicen, de parte Quirinis" . Gregorio de Tours es igual de explícito en su Historia de los francos, V, 38: Nam hic Pannoniae ortus fuit, et exinde ad visitanda loca sancta in Oriente properans. Su propio epitafio nos dice claramente Pannoniis genitus. 2.- El episodio de su llegada lo cuenta Gragorio de Tours en uno de los milagros de Martín. Ver Los milagros de san Martín I, 11. 3.- Ver Gregorio de Tours, ibidem. 4.- Ver Venancio Fortunato, Poemas V, 17. 5.- En este aspecto está muy influenciado por Cesareo de Arlés. Ver sus Sermones, especialmente el XIII. También lo está por la obra de san Agustín De catechizandis rudibus. 6.- La edición completa de sus obras fue realizada por Claude W. Barlow: Martini Bracarensis opera omnia, London, 1950. 7.- Versiculos, qui super ostium sunt a parte meridiana in basilica sancti Martini, ipse composuit. ( Historia de los Francos, V, XXXVII. 8.- El Breviario de Braga establece en su página 3 que en el año 558 fue dedicada una nueva basílica en Dumio. Barlow (página 280, nota 5, de la obra citada) piensa que ésta pudo ser la iglesia dedicada a Martín de Tours.
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IN BASILICA Post evangelicum bisseni dogma senatus, |
EN LA BASÍLICA Después del dogma evangélico de los doce Apóstoles, que ya proclama por todo el mundo el reino de Cristo, y después de la sagrada pluma de Pablo, la curia del mundo vencida por él quedó estupefacta viendo callar por fin a los sofistas. ¡Oh Martín!, Arctos retirandose a los últimos confines cede ante ti, y la Tierra impenetrable se abre en el camino de tu fe. La fría Germania despierta el amor de Cristo con los signos de tus milagros y la alabanza de tus méritos se inflama y con el fuego encendido del Espíritu Divino deshiela las nieves acumuladas por el hostil Aquilón. Incultas y variadas gentes pones bajo la piadosa alianza de Cristo. Alamanes, sajones, turingios, panonios, rugios, esclavonios, naras, sármatas, datos, ostrogodos, francos, burgundios, dacios y alanos se alegran de haber conocido a Dios a través de ti. Admirando tus milagros aprendieron los suevos por qué sendero de la fe deben caminar y, entregados a tus méritos, levantando estos atrios con un suntuoso techo han edificado un venerable templo de Cristo, en el que la clara gracia de tus milagros declara vigorosa que tú estás presente, elegido por los votos de tus milagros, y, como te tiene gozosa la Galia como pastor, te tenga por Patrono toda Galicia. |
IN REFECTORIO Non hic auratis ornantur prandia fulcris |
EN EL REFECTORIO No se ven aquí los alimentos realzados en doradas vajillas, ni tendrás tricliniios recubiertos de púrpura asiria, ni en innumerables fuentes del resplandeciente aparador te sevirán manjares aderezados con el arte de un códice, ni se te dará aquí una copa a la que estreche su lado incrustado por ventura de dorado metal. No dispongo de vinos de Gaza, Quios o Falerno. Tendras que beber los que producen las cepas de Sarepte, pero lo que no pueda ofrecerte la abundancia de una mesa sencilla, es nuestro deseo que lo supla en tu honor una gracia completa. |
EPITAPHIVM EIVSDEM Pannoniis genitus, transcendens aequora vasta, |
SU EPITAFIO Nacido en la Panonia, atravesando inmensos mares, fui conducido por voluntad divina al seno de Galicia. Obispo consagrado en esta tu sede, confesor Martín, instituí cultos y sagrados rituales. Siguiendo tus pasos, oh Patrón, yo, Martín, siervo tuyo, siendo igual a ti en el nombre, no en santidad, descanso aquí en la paz de Cristo". |